Una pareja con dos hijos atraviesa una crisis matrimonial. Ella, además de ser profesora, se hace cargo de los niños. Él, que dedica todo su tiempo a su carrera como deportista, no valora suficientemente el trabajo de su mujer. Cuando el marido ficha por un equipo de Nueva Orleáns, ella acepta mudarse a esa ciudad y se instalan en una gran mansión victoriana. Pero la crisis no se resuelve. Llega un momento en que los niños piden a sus padres que pongan fin a sus peleas. La solución llega cuando padre y madre intercambian sus papeles.