Clara lleva una vida miserable: vive en un humilde apartamento de Milán con sus cuñadas y tres niños. Al enfermar de tuberculosis, tiene que ir a un sanatorio de los Alpes italianos. Allí conoce a un mecánico aquejado de la misma enfermedad con el que vive un apasionado romance. El problema surgirá cuando, una vez curada, deba volver de nuevo a su vida anterior.