Valiéndose de la celebración de la víspera de Santa Águeda —una tradición vasca en la que la gente, acompañada de bertsolaris, se desplaza de casa en casa en un ambiente festivo cantando versos al ritmo de sus bastones—, la bertsolari Maialen Lujanbio hace una denuncia descarnada de la violencia de género. Verso tras verso, se denuncian las diversas manifestaciones de la violencia machista, así como nuestra imposibilidad de superarla.