Kline, un ex-policía de Los Ángeles que vive traumatizado por haber matado a un asesino en serie, es contratado por un empresario chino para ir a Filipinas y buscar a Shitao, su hijo desaparecido. Las pistas que sigue le llevan a Hong Kong, donde se encontrará atrapado entre una mafia de drogas y la policía. Allí encuentra a Shitao, que se ha convertido en un vagabundo.