En este cortometraje, Ginger Lynn Allen interpreta a una stripper/prostituta que intenta criar a su hija de 12 años. Vemos escenas de su vida cotidiana. Escuchamos la historia tanto desde el punto de vista de la hija como de la de su madre. La madre que tiene más de 35 años siempre quiso ser estrella de rock. Su hija indistintamente e inconscientemente cuestiona la forma en que su madre la educa.