Durante el siglo V, el Imperio Romano se dividió en dos y fue objeto de ataques de los hunos bajo Atila. El centurión romano Marciano es capturado por soldados hunos e interrogado por Attila, que desea aprender las costumbres de los romanos. Marciano logra escapar a caballo gracias a la encantadora hija de Atila, Kubra. Él va a Constantinopla para avisar al Imperio de Oriente sobre los hunos. Sin embargo el emperador Teodosio tiene la intención de hacer tratos con los bárbaros.